¿Qué representa Laura Palmer?

Laura Palmer representaría, por llamarlo de alguna manera, el paradigma de la clase media americana. Modelo a seguir por su correcta conducta, belleza,  atractivo, juventud y por poseer un futuro asegurado y certero. David Lynch, conocedor del poder evocador de esta imagen, relata desde el capítulo piloto de la serie Twin Peaks la muerte de Laura Palmer como una iconografía cercana y fácil de descodificar por parte del público, reaccionando ante la inevitable tragedia de ver como la muerte se lleva la vida en la flor de la existencia.

Laura Palmer, una adolescente consciente de que ha perdido a su ángel protector. Se busca a sí misma y en ese proceso sufre las consecuencias del dolor de saberse múltiple, una mujer de mujeres. Como afirma perfectamente Andrés Hispano,”el problema de  su identidad queda resuelto en un imposible retrato: Laura es todas aquellas mujeres descritas en la serie”[1]. Ella es una caja de Pandora, un misterio, un secreto, un ser enigmático repleto de angustias y miedos. Laura Palmer en Twin Peaks: Fuego, Camina Conmigo tenía necesariamente que hablar, moverse, buscarse para hallar más preguntas que soluciones, sentirse títere de ese gran teatro ficticio como lo era Twin Peaks. Y durante ese proceso indagar en la problemática de las relaciones sociales, odiando y amando un mundo construido por celos, droga, sexo, asesinatos, lujuria, sueños y pesadillas que se vierten directamente sobre el cuerpo de Laura Palmer.

No todo lo que parecer ser es lo que es, sería el verdadero eje del universo de Lynch. Comprobar que hasta el mismo acto de crecer es doloroso y, por ello, Laura Palmer tenía que ser una joven adolescente, un sujeto con una edad  intermedia entre la infancia y la madurez, poblado de incertidumbres y dudas. Laura Palmer no encaja en ningún mundo, ni en la escuela ni con sus padres; es una niña que quiere ser mujer demasiado pronto porque no le ha quedado más remedio que dar ese paso por sus propias circunstancias. Dentro de Laura Palmer hay muchas Lauras, todas ellas perdidas, ausentes, confusas. Twin Peaks entero se condensa en Laura Palmer.


[1] Hispano, Andrés, David Lynch. El Claroscuro Americano, pág. 259. Barcelona, Glénat, S.L, 1998.

Deja un comentario